Día mundial de la radio
Se escuchan ruidos, estruendos y un sintonizador a fondo, la música va de menos a más hasta tomar el primer plano sonoro.
(LOCUTOR EN OFF) “La UNESCO ha declarado el 13 de febrero El Día Internacional de la Radio, con lo que se ha comenzado a celebrar en el año 2012 por vez primera, el Día de la Radio…
Es de obviar que el medio masivo y sonoro por excelencia es un recurso cultural que ha ido generando documentos históricos para la humanidad entera.
La radio en el siglo XX ha fungido como un primer canal de información, de educación e incluso, de deformador de los individuos sin distinción de credo, economía o conocimientos; la radio ha sido un motor penetrante en las ideologías sociales, absolutista en la inclusión de la música como forma de expresión juvenil, y más aún, ha resultado ser el catalizador de las dolencias emocionales de individuos de toda raza, creencia, y preferencia sexual.
La radio como medio de comunicación tiene en su lógica de lenguaje la unidirccionalidad, sin embargo, a diferencia de la televisión y la prensa escrita, este medio masivo de comunicación ha jugado en el terreno de la interactividad mediata aliada siempre a la telefonía, primero terrestre y ahora a través de la interactividad de la telefonía móvil.
La caja musical pierde sentido, a decir de investigadores y analistas, frente a las opciones de la música grabada, ante los reproductores, ante la digitalización y la Internet; sin embargo, el lenguaje radiofónico, éste el que se conforma por sonidos, voces, silencios, efectos y música, sólo ha podido ser percibido de forma penetrante a través de la radiodifusión, donde el receptor ha podido encontrar tras las cajas sonoras a la Ventana Ciega social.
La radio más allá de la programación de música, de la emisión de información, de la suma de cientos de chismes, información superflua y profunda de todo tipo, es una red de imágenes vitales para el ser humano, quien ha ido haciendo un bagaje cultural común donde el sonido, la intimidad y la imaginación han dado un fenómeno que quizá, no es tan visual como la televisión, la fotografía y la imagen digitalizada y computarizada, pero es como la literatura, es un imaginario creativo que empata a niños, mujeres, jóvenes, ancianos y adultos de toda índole.
La radio no es sólo una fuente de información o de entretenimiento, es también una atmósfera que hace que la vida cotidiana de unos y otros sea conocida. A diferencia de las redes sociales como Facebook o el Twitter la radio, esa, la que sale de la caja sonora, hilvana formas de vida, enseña en tiempos exactos sucesos exactos. La radio está en el imaginario y el locutor es un omnisciente provocador de luces sonoras que pueden o no trascender a un ser, pero pueden salvarle la vida a otro.
La UNESCO toma conciencia de la importancia de la preservación del sonido y sus contenidos informativos para hacer a la larga, que todos y cada uno de nosotros hagamos de la riqueza creativa un bagaje, un pozo de vivencias y de conocimientos de todo tiempo y circunstancias.
La radio, esa que se hace de los contenidos de todo sentido no puede ser descalificada o sobre calificada como culta, inculta o hueca o educativa más que en función de quien la escucha, pues lo mismo podemos encontrar radio oficial, pública, privada, educativa, de entretenimiento; radio para informar, radio para reanimar, radio-creación para oír chismes, necedades, anécdotas, superficialidades, puede ser sólo una caja de canciones, comerciales para comprar y gastar e incluso, la radio es esa que se prende para acompañar o para desahogar tanto que sirve de cita para la sobremesa, toda esta es la radio, que a partir de este 2012 tiene su Día Internacional.
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