viernes, 21 de septiembre de 2012

EL ANTI MEDIDOR DE ENCUESTAS DE RADIO


Equivocas acciones de IBOPE


Eran las 20:26 horas del viernes 21 de septiembre del 2012 cuando recibí una llamada de un encuestador de la empresa IBOPE, quien me dio su nombre y me dijo: -la siguiente llamada podría ser grabada por cuestiones de calidad. Me explicó que IBOPE era una empresa especializada en la medición de audiencias de radio y sus impactos. Acto seguido me preguntó cuántas personas además de mi adultas se encontraban en casa… luego de dudar un poco le dije: -cinco; -¿cuántos son hombres y cuántas son mujeres? Yo me apresuré a cuestionarlo entonces:- disculpe, pero, para qué quiere saber cuántas personas adultas hay en casa ahora mismo, él dijo: es para saber el estudio, yo repliqué:-por qué te debo responder a eso, qué tal si se trata de maleantes que quieren saber cuántos somos para asaltarnos?  Allí rompimos el protocolo de la encuesta y el sujeto comenzó a decirme: -usted está violando el sentido de mi encuesta… yo le dije, entonces no me la apliques…
Colgué el teléfono y este volvió a sonar y el muchacho, sin identificarse me volvió a cuestionar… y yo respondí otra vez, sino podemos hacer acuerdo de confidencialidad de mis datos no hagas tu encuesta… de pronto todo se violentó, me identifiqué como quien soy, Claudia Segura responsable de La Ventana Ciega y me dijo que eso ¿qué? que a él no le importaba, le pedí me repitiera su nombre y no quiso, comenzamos a discutir hasta el punto de perder la cabeza… la llamada terminó en la peor de las griterías de mi vida… así que decidí levantar esta queja pública, y le dije: -por tu poco valor al no querer darme tu nombre nuevamente reportaré a todo IBOPE, o los pondré en sobreaviso de la incapacidad de sus encuestadores.
Esta anécdota en todo verídica me sacó de mis casillas, primero por el atrevimiento del encuestador quién remarcó mi número para seguir discutiendo conmigo, y porque la industria de radio, a la que he servido por más de veintiocho años, no merece este descrédito. A nosotros  nos cuesta mucho trabajo lograr la credibilidad de los radioescuchas y de los anunciantes como para que venga un chamaquito necio a pelearse con los radioescuchas encuestados como si fuera un cobrador de banco en harás de cobrar a un deudor de tarjeta de crédito…
Creo que ya es bastante con la presión que se ejerce a los ciudadanos con encuestas, cobranzas, difusión de servicios y preguntas varias por vía telefónica, como para que las estrategias, mal aplicadas por el encuestador anónimo, nos dejen caer por el suelo las pocas herramientas de credibilidad para conocer las preferencias de escucha con las que cuenta la industria de la radio en la Ciudad de México.
Así pues, dejo aquí mi queja absoluta por el terrible desempeño del encuestador de IBOPE que me trató tan mal y que intencionalmente volvió a marcar mi teléfono y sin identificarse para ratificar mis datos personales…
En todo caso hago constar aquí mismo que a nombre de la empresa IBOPE se están colando “pseudo encuestadores” que pudieran ser malandrines usando a esta empresa de medición de audiencias para obtener datos de los clientes de Telmex con el pretexto de que se aplicará una encuesta telefónica de comportamiento de audiencias.  Y entrego copia de mi texto directamente a la Asociación de Radio del Valle de México manifestando mi preocupación por que somos muchos quienes laboramos en la industria de radiodifusión a diario, y no merecemos perder credibilidad por acciones tan equívocas como la de este encuestador que atosiga a sus encuestados. ¡caray, y en la semana de la Transparencia y recién vivida la Segunda Cumbre de la Comunicación.
 Me quedo molesta y entrego a las autoridades superiores de IBOPE mis datos personales para que ellos sean responsables de investigar de qué central telefónica y operador vino esta tan irritante llamada… y de no ser llamada realizada por ellos, entonces dejo constancia del riesgo de que existan malandrines que pudieran estar escudándose en una empresa tan seria como lo es IBOPE para hacer fechorías poco gustosas para quienes hemos trabajado tanto en el estudio de las audiencias en México.
Sin más y con un entripado único solicito sea difundida mi molestia y vivencia para que ni IBOPE ni esta columnista, ni mucho menos el radioescucha común  pudiéramos ser afectados por situaciones tan delicadas como esta. ¡Bueno eso, eso digo yo!

jueves, 13 de septiembre de 2012

DIGNIDAD O PROCLIVIDAD: ANECEDOTARIO DE MEDIO SEXENIO EN EL DESEMPLEO…


DIGNIDAD O PROCLIVIDAD: ANECEDOTARIO DE MEDIO SEXENIO EN EL DESEMPLEO…
  Claudia Segura Medina  

viernes 14 de septiembre de 2012.
¡HOY ES EL DÍA DEL LOCUTOR!

El martes 4 de septiembre del 2012, en el marco del vigésimo tercer aniversario de la serie El fin Justifica a los medios, que encabeza Graciela Ramírez en Radio Educación se nos solicitó a los especialistas allí presentes, diéramos una visión de los cambios vívidos en las dos décadas y tres años en los medios de comunicación. 
En lo personal y sin juzgar a nadie, testifiqué que los colegas que me antecedieron centraron sus discursos en torno al desarrollo mismo de sus fuentes de información y su queja más repetida sería la inequidad ante las fuerzas políticas y económicas, y los intereses que de allí emanan.
Una vez llegado mi turno decidí encausar la temática expuesta en un muy particular malestar que me ahoga en lo personal, pero más aún ante la reiterada coincidencia con otros periodistas, esto es el desempleo, la devaluación y depreciación del trabajo periodístico, y cómo los dos sexenios panistas trajeron aparentemente apertura para poder “decir lo que sea”, pero en realidad, dejaron tras de sí, el más agravado subempleo y devaluación del valor de trabajo y salarios para locutores, operadores, periodistas e incluso, para medios y empresas de comunicación, que de una o de otra manera, se han ido quedando relegadas a subemplear médicos brujos, santeros, místicos, curanderos de todo tipo, vendedores de productos milagro y cosas peores.
En el momento en que se me pidieron Graciela Ramírez y José Ángel Llamas, conductores de “El fin justifica a los medios” describiera la situación en la que se encuentra la radiodifusión mexicana, mis pensamientos se agolparon no sólo en la supuesta “libertad de decir” de la que tanto se ufana el partido Acción Nacional en sus dos sexenios de administración, y me vino a mente la verdad que dista mucho de esto: hace doce años que se han presentado los más cruentos sucesos de represión, coerción y negación de derechos para quienes hacemos, realizamos, administramos y testificamos como labor a los medios de comunicación.

EL DUOSEXENIO DE… ¿LA LIBERTAD DE DECIR?

Tengo claro que tres han sido los problemas visibles: Uno: la toma de las instalaciones de CNI Canal 40 por parte de grupos paramilitares de TV Azteca en diciembre de 2002, y la sosa frase de Vicente Fox: ¡Y yo ¿por qué?! Dos: la represión y pérdida de Monitor encabezada por José Gutiérrez Vivó en julio de 2004, la conflictiva disociación de Monitor y Grupo Radio Centro y la eventual pérdida de sueldos y vida de los empleados que encabezaba José Gutiérrez Vivó y tres: la resiente, hace 18 meses, expulsión y recontratación de Carmen Aristegui de MVS Noticias, asunto que concluyó con la negación de explotación de la Banda 2.5 GHrtz para la familia Vargas de MVS Comunicaciones.

Bueno si, estas han sido las tres causales que movilizaron a la sociedad crítica en México, pero tras bambalinas una crisis creativa, económica y de sentido se ha ido sumando para dar paso a la crisis de producción en radiodifusión: la falta de inversión económica y de interés en el quehacer de radiodifusión productiva. Y digo productiva para que no nos vayamos a la simplista idea de que los programas de entretenimiento no padecen también una devaluación estructural profunda.

En estos dos sexenios panistas Mariano Osorio ha desarrollado la radio positiva, aspiracional. “Ya Párate” de Facundo en Los Cuarenta Principales entretiene las aburridas mañanas del tráfico automovilístico; José Antonio Zambrano, El Panda Show hace su eterno “agosto” para Grupo Fórmula burlándose de la gente, quienes no sólo no hacen aspavientos ante la agresión, sino que festejan se les humille; el radioescucha desea ser bromeado al aire…

La radio pública, la realizada por las emisoras permisionarias, la educativa ha hecho avances en el duosexenio panista, pero con las componendas legales de estos doce años, ahora esta radiodifusión no lucrativa no se encuentra ni siquiera mencionada como ente legal en la Ley Federal de Radio y Televisión; sin embargo, hace su lucha creativa. Ni aún la radio del Estado se ha podido salvar de seguir el mismo modelito que los concesionarios de radiodifusión privada: quienes solicitan a comunicadores, locutores y productores: -“busca patrocinios y el mundo de la comunicación se te abrirá inmediatamente”.

MUERTO EN VIDA, EL PERIODISTA EN EL SUBEMPLEO

Que en una sola semana coincidieran tres reportes en La Ventana Ciega de casos de creativos consagrados de la radio deseosos de quitarse la vida porque se sienten relegados del valor económico y laboral, nombres que me reservo por respeto a su individualidad, -pero ellos son creativos de formatos musicales de éxito, y analistas de nuestro medio insuperables-, no son un síntoma de avance empresarial de la radiodifusión mexicana en bonanza.

 Han sido ellos quienes hicieron que esta columnista recapacitara: es urgente escribir, denunciar esta modalidad de represión y acallamiento que hemos vivido en estos doce años muchos comunicadores. Descubrir con tristeza: “-no soy la única que por medio sexenio ha sido desempleada, negada y coartada para a volver a tomar los micrófonos, o las columnas publicadas en medios impresos, y por ende, existen muchos más casos de periodistas que como yo, no recibimos ni el más mínimo sueldo por el trabajo devengado”.

Jorge Santa Cruz, periodista, director de noticias y conductor de Radio Trece por más de catorce años seguidos es sólo uno más de los huérfanos económicos de Carlos Quiñones, concesionario de la frecuencia 1290 de AM con un adeudo de sueldos que suman más de un año de labores no pagadas. Javier Solórzano ha sido otro caso similar en el que hubo de retirarse de la misma emisora y sin pena, ni queja de nadie se fue de su espacio “Radio Trece Noticias de la mañana” sin haber cobrado varios meses de sueldo, pero con él se quedaron en el tintero de adeudos las familias de los redactores, conductores y asistentes. No es un caso aislado para México Radio o Radio Trece, se trata de una caída estrepitosa de locutores desempleados, de guionistas que ya nunca más son requeridos y de creativos de audio y hasta secretarias que han ido saliendo de los corporativos de medios por una única causal: no hay presupuestos, no hay anunciantes, ergo, los concesionarios de grupos de radio menos favorecidos por los grandes inversionistas están a la caza de programas “que se pagan solitos”, esto es, contratistas de productos de dudosa calidad o mercaderes de la religión, la esotería y los productos milagro, que ya son “el pan y la sal” cotidianos en empresas como Radiorama, Fórmula, Grupo Siete, Digital Radio, Radio Capital o y sin el menor escrúpulo, y fuera de la legislación vigente en salud, servicios y radiodifusión.

El 14 de septiembre es el día del Locutor, para algunas empresas de radio como NRM además se marca como el Día del Trabajador de la Radio, donde se suman el octogésimo segundo aniversario de la XEW, el 18 del mismo mes; el trigésimo noveno aniversario de la Asociación de Radio del Valle de México el día 30 de septiembre y el octogésimo noveno de la primera emisora de este país la XEB, la B grande México el 23 de los corrientes. Luego entonces, septiembre es el mes de la radio, pero yo ahora me pregunto: ¿qué deberíamos de celebrar los miembros de la industria de la radiodifusión ante este panorama económico y productivo tan poco alentador?

A manera de conclusión quiero que la sociedad civil tome conciencia de la maravillosa ayuda que hemos dado todos a la familia Vargas Guajardo, concesionarios de MVS Comunicaciones, al levantar la voz para preservar su derecho a explotar e invertir en la Banda 2.5 Gigahertzios, que sin duda, hemos sido la sociedad civil y los especialistas en medios de comunicación quienes hemos sido un verdadero dique social para no hacer caer a Carmen Aristegui en la represión que si se ejerció sobre Pedro Ferriz de Con hace treinta días en Grupo Imagen por demostrar una clara molestia en contra del presidente electo Enrique Peña Nieto; asunto que no le tocó al periodista más que en la pérdida de su espacio televisivo en Cadena Tres y no en la emisora Imagen 90.5, por la única salvedad de que Ferriz de Con es concesionario económico del 90.5 de FM.

Pero hay más periodistas, creativos, operadores y realizadores de radio que seguimos en el subempleo. Están las familias que formaron parte de Monitor y que ha cuatro años del cierre de la empresa que operaba Gutiérrez Vivó están viendo morir a sus compañeros, como es la voz fundadora de los noticiarios, don Mario Molina, quien muriera los primeros días de septiembre, sin que hayan podido cobrar por el trabajo realizado para Monitor, mismo que no es producto de la querella entre Monitor y GRC.

Es de puntual importancia que no olvidemos que estamos cayendo en el subempleo, que el ochenta o noventa porciento de quienes laboramos en la radio, la televisión y la prensa escrita somos profesionistas independientes, sin ninguna prestación laboral, sin derechos de seguridad de salud, ni mucho menos, con garantías de preservar la vida ante los hechos violentos que vivimos en México en este sexenio que concluye.

La columna “La Ventana Ciega” en Milenio, trabajo del que fui expulsada en marzo del 2009, y con la experiencia en radio, televisión y revistas especializadas es mi deber denunciar que ni Joaquín Gutiérrez Niño, primigenio analista de nuestro medio, ni Carlos Niño, productor creativo de Universal Stereo, Mix FM y Radio 20-10 del IMER, ni Jorge Santa Cruz, ni una servidora,  merecemos ser como cientos de periodistas más, relegados de la industria, muertos en vida y acallados con base en la “libertad de empresa”, ni con base en la elección de personal que paga por emitir sin el menor profesionalismo, sino con la única certeza de “pagar por adelantado” cualquier espacio de radio, televisión o prensa que se produce.

Usted qué dice: ¿celebramos con un “Viva México” a los locutores, o con un “Estamos Hundidos Mexicanos”?  Se los dejo de tarea...  ¡Bueno eso, eso digo yo!.