DIGNIDAD O
PROCLIVIDAD: ANECEDOTARIO DE MEDIO SEXENIO EN EL DESEMPLEO…
Claudia Segura Medina
viernes 14 de septiembre de 2012.
¡HOY ES EL DÍA DEL
LOCUTOR!
El martes 4 de septiembre del 2012, en el marco del
vigésimo tercer aniversario de la serie El fin Justifica a los medios, que
encabeza Graciela Ramírez en Radio Educación se nos solicitó a los
especialistas allí presentes, diéramos una visión de los cambios vívidos en las
dos décadas y tres años en los medios de comunicación.
En lo personal y sin juzgar a nadie, testifiqué que los
colegas que me antecedieron centraron sus discursos en torno al desarrollo
mismo de sus fuentes de información y su queja más repetida sería la inequidad
ante las fuerzas políticas y económicas, y los intereses que de allí emanan.
Una vez llegado mi turno decidí encausar la temática
expuesta en un muy particular malestar que me ahoga en lo personal, pero más
aún ante la reiterada coincidencia con otros periodistas, esto es el desempleo,
la devaluación y depreciación del trabajo periodístico, y cómo los dos sexenios
panistas trajeron aparentemente apertura para poder “decir lo que sea”, pero en
realidad, dejaron tras de sí, el más agravado subempleo y devaluación del valor
de trabajo y salarios para locutores, operadores, periodistas e incluso, para
medios y empresas de comunicación, que de una o de otra manera, se han ido
quedando relegadas a subemplear médicos brujos, santeros, místicos, curanderos
de todo tipo, vendedores de productos milagro y cosas peores.
En el momento en que se me pidieron Graciela
Ramírez y José Ángel Llamas, conductores de “El fin justifica a los medios” describiera
la situación en la que se encuentra la radiodifusión mexicana, mis pensamientos
se agolparon no sólo en la supuesta “libertad de decir” de la que tanto se
ufana el partido Acción Nacional en sus dos sexenios de administración, y me
vino a mente la verdad que dista mucho de esto: hace doce años que se han
presentado los más cruentos sucesos de represión, coerción y negación de
derechos para quienes hacemos, realizamos, administramos y testificamos como
labor a los medios de comunicación.
EL
DUOSEXENIO DE… ¿LA LIBERTAD DE DECIR?
Tengo claro que tres han sido los problemas
visibles: Uno: la toma de las instalaciones de CNI Canal 40 por parte de grupos
paramilitares de TV Azteca en diciembre de 2002, y la sosa frase de Vicente
Fox: ¡Y yo ¿por qué?! Dos: la represión y pérdida de Monitor encabezada por
José Gutiérrez Vivó en julio de 2004, la conflictiva disociación de
Monitor y Grupo Radio Centro y la eventual pérdida de sueldos y vida de los
empleados que encabezaba José Gutiérrez Vivó y tres: la resiente, hace 18
meses, expulsión y recontratación de Carmen Aristegui de MVS Noticias, asunto
que concluyó con la negación de explotación de la Banda 2.5 GHrtz para la
familia Vargas de MVS Comunicaciones.
Bueno si, estas han sido las tres causales
que movilizaron a la sociedad crítica en México, pero tras bambalinas una
crisis creativa, económica y de sentido se ha ido sumando para dar paso a la
crisis de producción en radiodifusión: la falta de inversión económica y de
interés en el quehacer de radiodifusión productiva. Y digo productiva para que
no nos vayamos a la simplista idea de que los programas de entretenimiento no
padecen también una devaluación estructural profunda.
En estos dos sexenios panistas Mariano Osorio
ha desarrollado la radio positiva, aspiracional. “Ya Párate” de Facundo en Los
Cuarenta Principales entretiene las aburridas mañanas del tráfico
automovilístico; José Antonio Zambrano, El Panda Show hace su eterno “agosto”
para Grupo Fórmula burlándose de la gente, quienes no sólo no hacen aspavientos
ante la agresión, sino que festejan se les humille; el radioescucha desea ser
bromeado al aire…
La radio pública, la realizada por las
emisoras permisionarias, la educativa ha hecho avances en el duosexenio
panista, pero con las componendas legales de estos doce años, ahora esta
radiodifusión no lucrativa no se encuentra ni siquiera mencionada como ente
legal en la Ley Federal de Radio y Televisión; sin embargo, hace su lucha
creativa. Ni aún la radio del Estado se ha podido salvar de seguir el mismo
modelito que los concesionarios de radiodifusión privada: quienes solicitan a
comunicadores, locutores y productores: -“busca patrocinios y el mundo de la
comunicación se te abrirá inmediatamente”.
MUERTO EN
VIDA, EL PERIODISTA EN EL SUBEMPLEO
Que en una sola semana coincidieran tres reportes
en La Ventana Ciega de casos de creativos consagrados de la radio deseosos de
quitarse la vida porque se sienten relegados del valor económico y laboral,
nombres que me reservo por respeto a su individualidad, -pero ellos son creativos
de formatos musicales de éxito, y analistas de nuestro medio insuperables-, no
son un síntoma de avance empresarial de la radiodifusión mexicana en bonanza.
Han
sido ellos quienes hicieron que esta columnista recapacitara: es urgente
escribir, denunciar esta modalidad de represión y acallamiento que hemos vivido
en estos doce años muchos comunicadores. Descubrir con tristeza: “-no soy la
única que por medio sexenio ha sido desempleada, negada y coartada para a
volver a tomar los micrófonos, o las columnas publicadas en medios impresos, y
por ende, existen muchos más casos de periodistas que como yo, no recibimos ni
el más mínimo sueldo por el trabajo devengado”.
Jorge Santa Cruz, periodista, director de
noticias y conductor de Radio Trece por más de catorce años seguidos es sólo
uno más de los huérfanos económicos de Carlos Quiñones, concesionario de la
frecuencia 1290 de AM con un adeudo de sueldos que suman más de un año de
labores no pagadas. Javier Solórzano ha sido otro caso similar en el que hubo
de retirarse de la misma emisora y sin pena, ni queja de nadie se fue de su
espacio “Radio Trece Noticias de la mañana” sin haber cobrado varios meses de sueldo,
pero con él se quedaron en el tintero de adeudos las familias de los
redactores, conductores y asistentes. No es un caso aislado para México Radio o
Radio Trece, se trata de una caída estrepitosa de locutores desempleados, de
guionistas que ya nunca más son requeridos y de creativos de audio y hasta
secretarias que han ido saliendo de los corporativos de medios por una única
causal: no hay presupuestos, no hay anunciantes, ergo, los concesionarios de
grupos de radio menos favorecidos por los grandes inversionistas están a la caza
de programas “que se pagan solitos”, esto es, contratistas de productos de
dudosa calidad o mercaderes de la religión, la esotería y los productos
milagro, que ya son “el pan y la sal” cotidianos en empresas como Radiorama,
Fórmula, Grupo Siete, Digital Radio, Radio Capital o y sin el menor escrúpulo,
y fuera de la legislación vigente en salud, servicios y radiodifusión.
El 14 de septiembre es el día del Locutor,
para algunas empresas de radio como NRM además se marca como el Día del
Trabajador de la Radio, donde se suman el octogésimo segundo aniversario de la
XEW, el 18 del mismo mes; el trigésimo noveno aniversario de la Asociación de
Radio del Valle de México el día 30 de septiembre y el octogésimo noveno de la
primera emisora de este país la XEB, la B grande México el 23 de los
corrientes. Luego entonces, septiembre es el mes de la radio, pero yo ahora me
pregunto: ¿qué deberíamos de celebrar los miembros de la industria de la
radiodifusión ante este panorama económico y productivo tan poco alentador?
A manera de conclusión quiero que la sociedad
civil tome conciencia de la maravillosa ayuda que hemos dado todos a la familia
Vargas Guajardo, concesionarios de MVS Comunicaciones, al levantar la voz para preservar
su derecho a explotar e invertir en la Banda 2.5 Gigahertzios, que sin duda,
hemos sido la sociedad civil y los especialistas en medios de comunicación
quienes hemos sido un verdadero dique social para no hacer caer a Carmen
Aristegui en la represión que si se ejerció sobre Pedro Ferriz de Con hace
treinta días en Grupo Imagen por demostrar una clara molestia en contra del
presidente electo Enrique Peña Nieto; asunto que no le tocó al periodista más
que en la pérdida de su espacio televisivo en Cadena Tres y no en la emisora
Imagen 90.5, por la única salvedad de que Ferriz de Con es concesionario
económico del 90.5 de FM.
Pero hay más periodistas, creativos,
operadores y realizadores de radio que seguimos en el subempleo. Están las
familias que formaron parte de Monitor y que ha cuatro años del cierre de la
empresa que operaba Gutiérrez Vivó están viendo morir a sus compañeros, como es
la voz fundadora de los noticiarios, don Mario Molina, quien muriera los
primeros días de septiembre, sin que hayan podido cobrar por el trabajo realizado
para Monitor, mismo que no es producto de la querella entre Monitor y GRC.
Es de puntual importancia que no olvidemos
que estamos cayendo en el subempleo, que el ochenta o noventa porciento de
quienes laboramos en la radio, la televisión y la prensa escrita somos
profesionistas independientes, sin ninguna prestación laboral, sin derechos de
seguridad de salud, ni mucho menos, con garantías de preservar la vida ante los
hechos violentos que vivimos en México en este sexenio que concluye.
La columna “La Ventana Ciega” en Milenio,
trabajo del que fui expulsada en marzo del 2009, y con la experiencia en radio,
televisión y revistas especializadas es mi deber denunciar que ni Joaquín
Gutiérrez Niño, primigenio analista de nuestro medio, ni Carlos Niño, productor
creativo de Universal Stereo, Mix FM y Radio 20-10 del IMER, ni Jorge Santa
Cruz, ni una servidora, merecemos ser
como cientos de periodistas más, relegados de la industria, muertos en vida y
acallados con base en la “libertad de empresa”, ni con base en la elección de
personal que paga por emitir sin el menor profesionalismo, sino con la única
certeza de “pagar por adelantado” cualquier espacio de radio, televisión o prensa
que se produce.
Usted qué dice: ¿celebramos con un “Viva
México” a los locutores, o con un “Estamos Hundidos Mexicanos”? Se los dejo de tarea... ¡Bueno eso, eso digo yo!.