domingo, 10 de octubre de 2010

Octava Bienal Internacional de Radio octubre 20-10.

Con tantos sucesos radiofónicos que estamos viviendo, yo me he topado con la incongruencia de no tener tiempo de publicarlos todos.

De antemano una disculpa a mis lectores por el impase en el Blog La Ventana Ciega.

En primer lugar está la Bienal Internacional de Radio que Radio Educación ha organizado y realizado del 4 al ocho de octubre pasados.

En este encuentro de creativos, académicos, investigadores, escuchas y estudiantes hemos vivido una de las experiencias más trascendentes en materia de radiodifusión latinoamericana.

Hablar de lo sucedido en el Centro Nacional de las Artes, donde se realizaron las conferencias, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, donde hubo conciertos y cine radiofónico; en la Fonoteca Nacional, donde oímos radio-piezas de bienales pasadas, y en la Universidad Latinoamericana, donde se llevaron a cabo los talleres especializados, es tan complejo como compendiar dos años de creatividad sonora que en esta ocasión se centraron en mucho hacía la radio pública y al cuestionamiento de el trayecto tecnológico que estamos viviendo de la radio escuchada a través de la caja sonora y las computadoras.

Es de obviar que los oídos más conservadores, el de los escuchas de la radio a través del radio tuvieron que transitar hacía la comprensión de las ya vigentes modalidades tecnológicas digitales y remotas por vías Internet.

Pese a la tentación inmensa de que esta 8ª Bienal de Radio hubiera sido como las reuniones de la NAB o de la OTI, Graciela Ramírez, coordinadora de la Bienal y docta analista del medio sonoro, incluyó una temática social, de equidad del escucha y lo mejor: un concepto de la radio sensible, que en muchas ocasiones fue referida aún por los más estrictos académicos y legisladores…

La radio es emoción… En palabras de Enrique Atonal y del radialista apasionado José Ignacio López Vigil ha sido para una servidora la verdadera editorial de este encuentro, pues si bien, pareciera que la radio pública sólo vive para descalificar a la radio comercial, y ésta a su vez, niega a la radio educativa, ambos maestros de las atmósferas sonoras coincidieron en referirse a la radio como emoción, como un sujeto cultural de especial trascendencia para todos.

Hay –dicen por allí- una justicia divina, y yo creo que Graciela Ramírez le ha dado esta deferencia particularmente a Gabriel Sosa Plata, quien ha colaborado en prácticamente todas las bienales que realiza México desde 1996, y por ello sentí mucho orgullo de ver sentado en el presídium a Gabriel, quien ha sido a mi juicio, el héroe sin corona de este encuentro radiofónico, que es, sin duda, el más grande en contenidos y trascendencia de México.

Graciela a su vez, fue la coordinadora de toda la bienal en un acto muy inteligente del maestro Antonio Tenorio Muñoz Cota, director de Radio Educación, pues si hay alguien a quien debiéramos reconocer la más profusa revisión de los medios electrónicos en dos décadas es precisamente, a Graciela, quien a través de la serie “El fin justifica a los medios”, nos ha otorgado un compendio semanal del acontecer en radio y televisión.

Yo observaba la ceremonia de clausura desde la cuarta o sexta fila, y lo increíble, es que Graciela Ramírez, lo hacía desde una fila más atrás de la mía. Ese es el realizador de radio, está es la naturaleza de quien, de verdad, realiza la sonoridad y la idiosincrasia auditiva. Siempre lo digo: quien es creativo de radio no está en la primera fila, sino en su nicho creativo, observador, respetuoso de la tarea de sus compañeros a quienes encuentra como iguales, y entre los cuales se instala sereno.

Hay una cosa más que me cautivo de esta octava emisión de la Bienal de Radio: me encontré con un equipo organizador y organizado que no estaba ansioso, que no se robaba el nombre, la trascendencia. Es más, hubo tal respeto en esto de los honores a las instituciones que no se mencionaron, más que en caso de emisoras foráneas o extranjeras, las instituciones ganadoras, sino los nombres del productor de cada serie.

Es verdad que no hubo tanta asistencia de delegaciones internacionales, pero la magia de la computación nos llevó a una premiación virtual.

Fernando López, Gladis Peña, Mario Ledezma, sólo por mencionar a algunos de los miembros del staff , se comportaron respetuosos ante las indicaciones de Toño Tenorio y Graciela Ramírez… ¡Qué gusto me dio sentir a Radio Educación transpirar en paz!

Ahora les adjunto los boletines que resumen las mesas de trabajo y las conferencias magistrales, así como las piezas ganadoras, pues si bien la 8ª Bienal de Radio habrá de dar a luz a un libro de memorias de este encuentro, es del todo urgente que conozcamos los resúmenes de estos encuentros de inteligencia radiofónica.

http://bienalderadio.gob.mx/2010/

¡Gócenlos y esperemos juntos a empaparnos de la riqueza que nos deja la Bienal Internacional de Radio que orgullosamente organiza México para el mundo!

Ahora me uno a la certera frase de cierre del director de Radio Educación: ¡Larga vida a la Bienal de Radio!

¡Bueno eso, eso digo yo!



1 comentario:

  1. La radio fue y ha sido un invento extraordinario, cambio la perspectiva de ver las cosas y nos acerco a nosotros mismos, la TV mato esa cratividad e imaginacion, que teniamos al momento de que algún suceso era descrito. La Radio en la actulidad solo me ha servido para acompañar mi soledad mientras manejo o disfrutar un momento de paz y dejarla estar ahí, cual noble acompañante producto de un extraño gusto...

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Gracias por la atención e interés en La Ventana ciega