Se abre la Ventana Ciega

La necedad de reabrir una ventana ciega...

El reto más complicado que tiene ante si un escritor es la hoja en blanco. Pero cuando el sonido es la única salida a ese terror del vacío, es entonces, cuando buscar sonidos se vuelve un salvavidas, un sentido vital.

La Ventana Ciega ha sido la herramienta más poderosa que mi madre me entregó a los cuatro años de edad. Esta ventana ciega era un aparato de radio marca National que tenía baquelita y botones de color hueso. La primera de mis visiones nació cuando encendí el volumen y las voces comenzaron a llenar mi aire de sentido.

Radio Variedades, Radio Felicidad, La estación del Barrilito y la XEDF eran opciones que no sólo dejaban que supiera que detrás de las paredes de mi casa había vida, dejaban saber que el estrabismo agravado que poseía, podía ser encubierto, justamente, a través de esta caja maravillosa de sonidos, música y silencios.

La miopía profunda que he tenido desde nacida, hubiera sido sólo un motor para los miles de incidentes físicos que he vivido a lo largo de mi vida; sin embargo, Cony Medina, la mujer que dio vida a mi vida, fue muy necia, y ante cada nueva caída, tropiezo y accidente, me acercaba más a la radio, me decía, -Nena, tú eres sonido no vista, ve la radio, ella tiene para ti la salida... y la entrada también.

A los catorce años ya era insoportable mi necedad por realizar el examen de locución, yo tenía que meterme a la radio, era urgente.

Y así pasó dos años más tarde. El examen de locución lo pase a duras penas a la segunda vuelta, entendiendo que había mucho más que “querer hablar” para lograr la ansiadísima licencia de locución... ¡había que tener conocimientos generales, ser hijo de alguien famoso o entregarlas... posiciones personales!

Aclaro... nunca entregue las... posiciones, más bien estudie y he sabido esperar.

La Ventana Ciega es la radio, así lo escuche de Cristal, una cantante ciega quien fue primero locutora y ya luego, en el clan de Sergio Andrade, logró la “posición de cantante”... Decía Cristal: -Si quieres saber que siente y vive un ciego, sólo debes observar la radio, allí, tanto el que emite como el que escucha es ciego...

Han pasado más de veinte años desde que se publicó mi primer columna dedicada a la crítica de los contenidos radiofónicos y sólo bajo el nombre La Ventana Ciega he publicado dos mil columnas... sin contar los cientos de programas de radio que desde el año 2000 se han realizado bajo el nombre de La ventana ciega, que nacieron como “El análisis de la radio dentro de la radio” y que han devenido en una editorial que yo cierro en concupiscencia con mi comadre y productora de toda la vida Laura Viadas con esta frase: “Bueno, eso, eso digo yo”...

Pero saber y haber deambulado entre Cambio 14-40, Radio Mil, Canal 40, Grupo IMER, TvyNovelas. Reforma , Milenio; Radio Capital y Grupo Radiorama no han dado para esta locutora que gusta de oír y narrar lo que sucede a través de la radio ninguna garantía para permanecer dentro de mi amada Ventana Ciega... hace un año y meses que estoy desempleada, varada, dejada de los “conocedores”, de las figuras y de los líderes de opinión...

¿A quien toque?, ¿A quién molestó mi publicación? ¿a quienes dejo de importarles que se conociera el ir y venir del creativo de la radio? Son preguntas que morbosamente me hacen concesionarios, políticos y lectores. Para mi esta falta de La Ventana Ciega, es la ausencia de mi creación, es la dolorosa falta de mi única forma de conexión con el mundo visual, la falta de la Ventana Ciega es perder la posibilidad de hacer ver a la radio a través de los otros medios de comunicación.

Ya harta de esperar que me remuneren por escribir, por realizar radio y dejada de la esperanza de volver a la pantalla chica, doy vida a este Blog para quienes como yo, seguimos urgidos de rastrear sonidos, de atesorar y trascender acerca de lo que la radio nos da a través de su mundo sonoro a diario.

Abrazo a mis seres en este andar, quienes han sido: mi lector de siempre, dispuesto a leerme, y llamarme para comentar mis textos... –a ti Julián-, a mi comadre Laurita Viadas, quien siempre está dispuesta a realizar una locura nueva conmigo y claro, a mis hijos Ulises e Ilse María quienes son razón, pretexto y meta de mi vida... pero en particular, a quienes como yo, realizan radio de onda media –locutores, operadores, realizadores; concesionarios y personal de intendencia- con el único afán de nutrir la Ventana ciega que nos conecta al mundo a todos nosotros.

¡Venga a seguir con la Ventana Ciega!

¡Feliz cumpleaños a La Nena Segura quien se regala por medio de Laura Viadas el abrir una vez más su Ventana ciega... ¡Bueno, eso digo yo!

http://lauraviadas.blogspot.com/2010/07/blog-de-claudia-segura-la-venta-ciega.html